jueves, 18 de febrero de 2010

El cello de Bach




Johann Sebastian Bach (1695-1750)
Suites a violoncello solo senza basso

Suite Nº 5 in C minor
- Prélude

Anner Bylsma, violoncello (Matteo Goffriller, 1669)

Sony Classical, 1979

sábado, 13 de febrero de 2010

Sacrificios barrocos




Sacrificium es ya todo un éxito de ventas. Situado dentro de las producciones más vendidas en la historia disco en su respectiva categoría, el presente trabajo, en formato de edición limitada, un pequeño y grueso libro de tapa dura, que incluye la correspondiente introducción histórica, numerosas ilustraciones y un compendio/diccionario con diversas entradas respecto de todo el universo que rodeó a los castrados, recopila música de algunos de los más grandes y prolíficos compositores para la escena del drama musical del barroco maduro, uno de los períodos más esplendorosos para la música europea, época dorada del verdadero bel canto.

Sacrificium presenta un programa variado, rico en primicias (11 de los 12 cortes que enteran el primer disco), con una figura central y en torno a la que gira el recital, la del Napolitano Nicola Porpora (1686-1768), empresario, compositor y maestro de al menos dos de los más grandes
castrati de todos los tiempos, como lo fueron el admirado Carlo Broschi, llamado Farinelli (1705-1782) y el soberbio Gaetano Majorano, más conocido como Caffarelli (1710-1783), asimismo del célebre libretista Pietro Metastasio (1698-1782) y de dos grandes compositores, nada menos que Johann Adolf Hasse (1699-1783) y Joseph Haydn (1732-1809).

Sacrificium, perfecta mezcla de arias de carácter,
mezzo carattere, arias di baule, di furore y de comparación, donde destacan las coloraturas endemoniadas, las frases inhumanamente extensas plenas de intervalos descendentes y los sobre ornamentados da capo, vuelve a reunir a la carismática Cecilia Bartoli, siempre en un dominio total de sus facultades canoras, y al Giardino Armonico de Giovanni Antonini, pero ahora con Stefano Barneschi como concertino y con algunos músicos invitados, como el laudista Juan Francisco Padilla (todo un acierto!), quienes y junto al resto de los músicos italianos, atentos siempre a las inflexiones del canto, acompañan diligentemente a la virtuosa mezzosoprano.

Luego de varias escuchas, me queda la agradable sensación de que lo más logrado son las arias de Porpora, Antonio Caldara (1671?-1736) y Carl Heinrich Graun (c.1703-1759), las de largo aliento y
tempi sosegados, allí donde la mezzo romana se luce, como es costumbre, con su habitual e inagotable despliegue de recursos interpretativos que solamente ella sabe cuándo, dónde y cómo aplicarlos.

Disco obligatorio, solamente podemos lamentar, primero, que pese a ser una producción registrada en Valladolid y financiada por la Junta de Castilla y León y por la Fundación Siglo para las Artes de Castilla y León, los cometarios introductorios, el compendio y el texto de las arias no se incluyan con la correspondiente traducción al español (se puede acceder a ellos a través del sitio de la mezzo) y, segundo, que toda la información de carácter histórico sea bastante básica y uno mismo, repasando viejos artículos de por ejemplo la extinta Goldberg Magazine o sumergiéndose en un buen libro novelado, pueda recrear de mejor manera la vida de aquellos cientos, miles, de mutilados niños napolitanos, de entre los cuales solamente algunos pocos lograron el pretendido reconocimiento artístico.



Sacrificium

Cecilia Bartoli, mezzosoprano

Il Giardino Armonico
Giovanni Antonini

Decca, 2009 [CD 1 77’55’’+ CD 2 21’15’’]





jueves, 11 de febrero de 2010

Veinte discos que me han marcado... (primera parte)





Reglas: no te tomes mucho tiempo haciendo esto. Veinte discos que hayas escuchado y que te hayan marcado. Los primeros veinte que puedas recordar en no más de 15 minutos. Etiqueta a 15 amigas/os incluyéndome a mí, porque yo también estoy interesado en conocer los discos que escogen mis amigos/as. (Para hacer esto, ve a tus "Notas" en la página de tu "Perfil", pega estas Reglas en una nueva nota, escribe tus 20 discos y etiqueta a las personas que tú quieras en la esquina superior derecha). Pueden incluirse DVDs musicales y cajas, cofres, ediciones deluxe y demás formatos múltiples, si es que la ocasión realmente lo merece. Añade los datos que consideres necesarios (compositor/es, intérprete/s, sello/s, solista/s...), procurando no extenderte demasiado.

Ese mensaje me manda un amigo español a través de Facebook. Músico y, por supuesto, melómano, mi amigo propone un juego que así a primeras parece sencillo, pero luego de pensármelo una par de minutos, me doy cuenta que realmente es imposible decidirse por solamente veinte trabajos discográficos, por muy fabulosos que éstos sean. Si, por ejemplo, imagínense que lo hago “fácil” y formo una veintena en base a solamente composiciones absolutamente obligatorias y básicas para cualquier melómano, entonces: si de los conciertos vivaldianos Op. 8 Nos. del 1 al 4 (sí, las estaciones) hay al menos cuatro “buenas” versiones, ¿cuál selecciono? ¿Amandine Beyer y Gli Incogniti, Biondi con la Europa Galante, Carmigola con la Venice Baroque Orchestra o Carmignola con los Sonatori de la Gioiosa Marca? Las Suites para cello solo de Bach, ¿Bylsma? ¿Y cuál? ¿La primera o la segunda? ¿O mejor la segunda de Wispelwey? ¿Y por qué no Queyras? ¿O Kuijken con el violoncello da spalla? Los Conciertos de Brandemburgo, ¿Musica Antiqua Köln, I Barocchisti, Concerto Italiano, Akademie für Alte Musik Berlín o Musica Amphion? Pero si son todas buenas! El ciclo de cantatas Membra Jesu Nostri de Buxtehude, ¿Diego Fasolis o Jos van Veldhoven? La Tafelmusik de Telemann, ¿la de Reinhard Goebel o la de Pieter-Jan Belder? El Op.3 de Handel, ¿Egarr o Gardiner? La obra para laúd de John Dowland, ¿Paul O’Dette o Nigel North? Los Conciertos Reales de F. Couperin, ¿los hermanos Kuijken o Savall? Y los madrigales del sexto libro de Claudio Monteverdi, ¿Alessandrini, Cavina o Longhini?... Ahí ya van más de veinte excelentes discos.

Le respondo a mi amigo y de inmediato le reconozco que hago trampa, ya que no son los primeros veinte que se me vienen a la cabeza, obvio, porque los primeros veinte que se me vienen a la cabeza en quince minutos son muchísimos más que veinte. Así que opto por formar otro tipo de veintena, una selección que de alguna u otra manera, eso sí, cumple con la condición inicial de este juego: veinte discos que me marcaron, y para siempre…

Ahí van los primeros diez:




Johann Sebastian Bach
The Cello Suites I & II

Anner Bylsma, violonchelo y violonchelo
piccolo

Sony Classical, 1979


Esos dos deben ser de los primeros cds HIP que adquirí. Trabajaba por aquel entonces como vendedor en una disquera en Providencia, era verano, vacaciones de, si no me equivoco, mi primer año de universidad. Los discos, eso sí, los compré, pero en la disquera de enfrente, ya que tenía mejor surtido.
Me encanta el sonido de ese cello, pese a lo tosco que puede parecer a una primera escucha. Si antes prefiero la segunda lectura de Pieter Wispelwey (Channel Classics, 1998), de vez en cuando vuelvo al maestro.




Ennemond Gaultier
Piéces de Luth du Vieux Gaultier

Hopkinson Smith, laúd barroco de 11 órdenes

Astrée, 1988


Con este disco conocí el arte del gran Hopkinson Smith y el particular repertorio francés para el laúd. Producciones musicales de Michel Bernstein, toda esa serie de registros de Hoppy sobre los maestros franceses del siglo XVII son imprescindibles: éste, el de Mouton y de De Visée, esos tres por sobre todo.
El de Gaultier debe ser uno de los discos que más he escuchado en mi vida.




Sylvius Leopold Weiss
Sonatas for Lute
Vol. 1 al 10

Robert Barto, laúd barroco

Naxos, 1997-2010


Es que el primer disco de esa serie es tremendo y así sucesivamente te vas sorprendo más y más a medida que escuchas otro y otro volumen. La dupla Barto/Weiss funciona a la perfección, virtuosismo puro, es imposible no caer rendido ante esta serie (integral no creo) en curso.




George Frideric Handel
Airs d’opéra

Nathalie Stutzmann, contralto

The Hanover Band

Roy Goodman

BMG, 1992


Una verdadera contralto en quizá uno de los mejores recitales de arias barrocas de todos los tiempos. Nada como el cálido y oscuro color de voz de Nathalie acompañada por una impecable Hannover Band. La selección de arias es perfecta, equilibrada.




V.V. C.C.
Canto del Cavallero

José Miguel Moreno, vihuela

Glossa, 1996


Junto con Hopkinson Smith, José Miguel Moreno debe ser de los pocos intérpretes que destacan de igual manera en la vihuela, el laúd renacentista y barroco, la guitarra barroca y la tiorba, con la particularidad de que el español tañe también la angélica (!) y la guitarra clásico-romántica.
El gran vihuelista ha seleccionando lo mejor de las publicaciones dedicadas a este particular instrumento.
Un repertorio delicado e íntimo.




Marin Marais
La Rêveuse & autres pièces de viole

S. Watillon, bajo de viola

Alpha, 2002


Qué gran tañedora era! Este disco es una verdadera joya. Lo prefiero antes que los registros de Savall, Pandolfo o Muller.




Johann Sebastian Bach
Goldberg Variationen

P. Hantaï, clave

Opus 111, 1992


Me gustan más las del sello Mirare, pero éstas editadas por Opus 111fueron las que me golpearon primero. Hantaï está sencillamente soberbio. Disco premiadísimo, esta lectura no deja indiferente a nadie.




Antonio Vivaldi
Sonata a violoncello solo del signor A. Vivaldi

Bruno Cocset, violonchelo
Les Basses Réunies

Alpha, 1999


Mi instrumento preferido (oh! seguro todos pensaban que era el laúd! Lo es, pero el cello está al ladito…) por uno de mis músicos preferidos. Cocset está acompañado por unos continuistas de lujo.




Johann Sebastian Bach
The lute music I & II

Eduardo Egüez, laúd barroco de 13 órdenes

Ma Recordings, 1999 y 2000


La musicalidad y virtuosismo de Eduardo se ajusta a la perfección para estas difíciles piezas. No conozco mejor integral, pese a que acá no se registra la suite BWV 996.




Johann David Heinichen
Dresden Concerti

Musica Antiqua Köln
Reinhard Goebel

Archiv, 1993


Debe ser uno de los mejores discos de conciertos barrocos, quizá el mejor, y por una de las mejores orquestas que haya existido jamás.


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pd: hoy se cumple exactamente un año desde que di inicio a La Lira de Orfeo. Aprovecho de saludar a mis incondicionales amigos que me han acompañado con sus oportunos saludos y comentarios.

Mil gracias!

P.